Un área donde la presión atmosférica es menor que la del aire circundante. Las áreas de baja presión suelen estar asociadas con mal tiempo, como lluvias y tormentas.
El aumento gradual de la temperatura promedio de la atmósfera terrestre y de los océanos, atribuido en gran medida a la emisión de gases de efecto invernadero por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación.
Eventos de lluvia o nieve que son significativamente más intensos que el promedio para una región específica. Estos eventos pueden causar inundaciones y otros tipos de desastres naturales.
Compuestos gaseosos en la atmósfera que absorben y emiten radiación dentro del rango infrarrojo, causando el efecto invernadero. Ejemplos incluyen dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxidos de nitrógeno (NOx).
Proceso por el cual la radiación térmica emitida por la superficie terrestre es absorbida por los gases de efecto invernadero y reemitida en todas direcciones, lo que resulta en un aumento de la temperatura de la superficie terrestre.
Desbordamiento de agua sobre terrenos que normalmente están secos. Las inundaciones pueden ser causadas por precipitaciones extremas, deshielo rápido o fallos en infraestructuras como presas y diques.
El proceso de tala y eliminación de bosques o masas forestales, a menudo para dar paso a actividades agrícolas o urbanización. La deforestación contribuye al calentamiento global y a la pérdida de biodiversidad.
La variedad de vida en el planeta, incluyendo la diversidad de especies, genes y ecosistemas. La biodiversidad es crucial para el equilibrio de los ecosistemas y la supervivencia de las especies.